EL CICLO TEBANO
Se denomina ciclo tebano al conjunto de poemas que, datados en la Época Arcaica de Grecia(siglos VIII Y VII a.C.), narraba la sucesión de los acontecimientos fechados en la leyenda que tiene como protagonista a Edipo y a a posterior guerra entre mercenarios y argivos.
Las tragedias cuyos argumentos están relacionados con el ciclo tebano son:
-Los siete contra tebas(esquilo)
Los siete contra Tebas es el título de una tragedia de Esquilo datada en 467 a. C. Obtuvo el primer puesto en las Dionisias, y formaba parte de una tetralogía compuesta por las tragedias Layo y Edipo, y por el drama satírico Esfinge, obras todas ellas perdidas.
Argumento
Un mensajero informa a Eteocles de lo que está sucediendo: los siete caudillos de las tropas argivas han lanzado el juramento de que destruirán y saquearán la ciudad o bien morirán en el intento. Tras ello, los caudillos habían echado a suertes por qué puerta atacaría cada uno. El mensajero apremia a Eteocles para que sitúe ante cada una de las puertas a sus guerreros y elija quiénes deben liderar cada uno de los contingentes defensores.
El ejército argivo llega ante Tebas y pone cerco a la ciudad, mientras los capitanes de sus tropas se disponen a situarse ante la puerta que les ha tocado en suerte.Llega el mensajero con información acerca de la identidad de cada uno de los caudillos rivales:
- Tideo, que ha insultado al adivino argivo Anfiarao por tratar de evitar el ataque, va a atacar la puerta Preto. Ante él, Eteocles opone a Melanipo, uno de los hijos de Ástaco.
- Capaneo, menospreciando a los dioses, se encuentra ante la puerta Electra. Polifonte es el caudillo tebano que va a competir contra él.
- Eteoces, que también menosprecia a los dioses, está frente a la puerta Neista. Megareo será el caudillo tebano que se enfrente a él.
- Hipomodeonte, guerrero corpulento y que lleva un escudo donde se representa a Tifón, atacará la puerta de Atenea Onca. Hipérbio, que porta un escudo donde está representado Zeus, es el guerrero que opone Eteocles ante él.
- Partenopeo, que procede de Arcadia, es el que está situado frente a la puerta de Bóreas que estaba junto a la tumba de Anfión. Ante él, será Áctor el tebano que opondrá sus fuerzas.
- Anfiarao, el adivino, está ante la puerta Homoloide. Insulta a uno de los suyos, Tideo y reprocha a Polinices la decisión de atacar la ciudad. Pero él se ha comprometido a luchar con los argivos y se dispone a ello a pesar de que sabe que morirá. Lástenes es el elegido por Eteocles para oponerse a él.
- Polinices será el que ataque la séptima puerta y pide a gritos poder luchar contra su propio hermano para matarlo o desterrarlo tras vencerlo. Eteocles decide enfrentarse él mismo contra su hermano.El coro de tebanas trata de que Eteocles cambie de opinión y no vaya a combatir frente a su hermano, pero éste, que sabe que está haciendo efecto la maldición de su padre, marcha a combatir a la séptima puerta.Un mensajero informa a las tebanas de que todo ha marchado bien en seis de las puertas y que la ciudad de Tebas se ha salvado pero que en la séptima puerta los dos hermanos Eteocles y Polinices se han dado muerte el uno al otro.Un heraldo informa que los magistrados tebanos han decidido que Eteocles sea enterrado con los debidos ritos, pero que a Polinices debe dejársele insepulto y sin honores.Sin embargo Antígona, hermana de ambos, manifiesta su propósito de desobedecer la orden y dar también sepultura a Polinices.
Edipo Rey (Sófocles)
Edipo rey es una tragedia Griega de Sófocles, de fecha desconocida. Algunos indicios dicen que pudo ser escrita en los años posteriores a 430 a.C. Aunque la tetralogía de la que formaba parte solo logró el segundo puesto en el agóndramatico, muchos consideran Edipo rey la obra maestra de Sófocles. Entre ellos, Aristoteles, que la analiza en la Poética. La obra nos presenta a Edipo en su momento de mayor esplendor, como rey de Tebas y esposo de Yocasta. Para salvar a la ciudad, comienza a investigar la muerte del rey anterior, Layo. Poco a poco se descubre la verdad: Edipo es el asesino que busca, Layo era su padre y su esposa, Yocasta, es al mismo tiempo su madre. Yocasta se suicida y Edipo, tras cegarse a sí mismo, pide a su cuñado Creonte que le deje partir al destierro y se quede con sus dos hijas, ya que sus dos hijos son hombres y sabrán cómo actuar.
Argumento
Edipo, rey de Tebas, se dirige a una muchedumbre encabezada por un sacerdote, que se ha congregado ante el rey para pedir un remedio a la peste que asola la ciudad de Tebas. Para conocer las causas de esta desgracia, el propio Edipo ha mandado a su cuñado Creonte a consultar el oráculo de Delfos. La respuesta del oráculo es que la peste se debe a que no se ha vengado la muerte de Layo, el rey anterior: su sangre derramada amenaza con dar muerte a todos los habitantes de la ciudad hasta que el asesino sea ejecutado o exiliado.
Por consejo de Creonte, Edipo ha llamado al adivino ciego Tiresias para que ayude a esclarecer lo sucedido. Cuando llega Tiresias, el rey y el coro lo reciben con muchísimo respeto, pero pronto queda claro que el vidente no quiere colaborar y se niega a hablar sobre el crimen. El diálogo entre Edipo y el adivino degenera por ello en un enfrentamiento (agón), en el que ambos se insultan. Irritado, Tiresias declara que Edipo es el asesino que está buscando, e incluso le anuncia (en lenguaje voluntariamente críptico) que vive en incesto con su madre y ha tenido hijos con ella; que aunque se crea extranjero es tebano de nacimiento y que dentro de poco se quedará, como él, ciego. Edipo llega a la conclusión de que el anciano y Creonte se han puesto de acuerdo para acusarle del crimen y desplazarle así del trono.
Yocasta, esposa de Edipo, ejerce de mediadora en la disputa. Tras conocer los motivos, dice a Edipo que no debe hacer ningún caso de las adivinaciones proféticas y pone como ejemplo un oráculo de Apolo que predijo a Layo que moriría asesinado por uno de sus hijos. Sin embargo, Layo murió de otra forma, asesinado por unos bandidos en un cruce de tres caminos, y el único hijo que tuvieron murió poco después de nacer, pues se lo dieron a un criado para que lo matara. Por tanto, señala Yocasta, el oráculo no se cumplió en modo alguno.
Sin embargo, Edipo, al conocer los detalles de la muerte de Layo, se alarma y exige que traigan a su presencia al único testigo del asesinato. Hay un gran suspenso porque Yocasta no conoce los motivos de ese miedo de Edipo.
Yocasta manda llamar al testigo y también se presenta como suplicante ante el templo de Apolo para que resuelva sus males.
Mientras, llega un mensajero inesperado que trae noticias sobre los supuestos padres de Edipo en el reino de Corinto. Pólibo ha muerto a causa de su vejez y quieren proclamar a Edipo como rey de Corinto. Yocasta, tras oír las noticias, trata de hacer ver a Edipo que tampoco el oráculo según el cual iba a matar a su padre se había cumplido y por tanto ya no debería de temer el otro oráculo que decía que se casaría con su madre.
El mismo mensajero es conocedor de la circunstancia de que en realidad Pólibo y Mérope no eran los padres naturales de Edipo, porque él mismo lo había recogido cuando era un bebé e iba a ser abandonado por un pastor en el monte Citerón, con las puntas de los pies atravesadas (de ahí el significado de su nombre: pies atravesados o hinchados, según la traducción).
Al conocer los temores de Edipo, el mensajero le explica estos hechos pasados con la intención de que Edipo se tranquilice.
No obstante, el rey de Tebas desea saber más sobre su origen y descubre que el mismo pastor que fue testigo del crimen de Layo había entregado a Edipo, cuando éste era un bebé, al mensajero.
Edipo en Colono (Sófocles)
Edipo en Colono es una tragedia Griega de Sófocles, escrita no mucho antes de su muerte en el 406/405 a. C., y llevada a escena en el 401 por su nieto Sófocles el Joven
En la cronología, se producen los eventos de Edipo en Colono después de los sucesos de Edipo rey y antes de Antigona; sin embargo, fue la última de las tres tragedias. Mientras en las otras dos obras sobre Edipo traen a menudo el tema de la responsabilidad moral de una persona y su destino, Edipo en Colono es la única en donde se aborda explícitamente que "él no es responsable de las acciones que estaba destinada a cometer."
Argumento
Edipo, ya ciego, llega a Colono, distrito de Atenas, acompañado por su hija Antígona. Un lugareño les pide que abandonen el recinto sagrado de las Euménides, en el que se encuentran. Edipo se niega porque sabe que éste era el lugar en el que había de morir según el oráculo, y llegan más lugareños para echarlo de allí. Aparece Teseo, el rey de Atenas, quien asegura a Edipo su protección y le promete que será enterrado en suelo ático; de esta forma su espíritu protegerá Atenas. Ismene, la otra hija, llega de Tebas contando el futuro enfrentamiento entre los hermanos; ganará aquel que consiga tener consigo a Edipo. Es por ello por lo que Creonte, su cuñado, aparece con intención de prenderlo para que sea Tebas y no Atenas quien reciba su cuerpo; sus hombres capturan a Antígona e Ismene. Teseo interviene en ese momento y lo rescata a él y a sus hijas. Polinices aparece para ganar el apoyo de su padre, simulando arrepentimiento e intenta obtener el beneplácito paterno en su enfrentamiento con Eteocles, pero sólo consigue enfurecer a Edipo, quien lanza sus maldiciónes contra ellos, que morirán el uno a manos del otro. Finalmente se oye un trueno, que señala el fin inminente de Edipo. Éste indica tan sólo a Teseo cuál será el emplazamiento de su tumba, pues traerá la fortuna a Atenas mientras siga allí. Se retira y un mensajero cuenta que tras bendecir a sus hijas, se ha apartado a un lugar solitario y que ha muerto solo, en presencia de Teseo.
Antígona (Sófocles)
Antígona es el título de una tragedia de Sófocles, basada en el mito de Antígona y representada por primera vez en 442 a. C.
En Antígona se enfrentan dos nociones del deber: la familiar, caracterizada por el respeto a las normas religiosas y que representa Antígona, y la civil, caracterizada por el cumplimiento de las leyes del Estado y representada por Creonte. Además se establece una oposición entre el modo en que las dos hermanas, Antígona e Ismene, se enfrentan a un mismo problema.
Argumento
Antígona, hija de Edipo, cuenta a su hermana Ismene que Creonte, actual rey de Tebas, impone la prohibición de hacer ritos fúnebres al cuerpo de Polinices, como castigo ejemplar por traición a su patria. Antígona pide a Ismene que le ayude a honrar el cadáver de su hermano, pese a la prohibición de Creonte. Ésta se niega por temor a las consecuencias de quebrantar la ley. Antígona reprocha a su hermana su actitud y decide seguir con su plan.
Antígona es llevada ante Creonte y explica que ha desobedecido porque las leyes humanas no pueden prevalecer sobre las divinas. Además se muestra orgullosa de ello y no teme las consecuencias. Creonte la increpa por su acción, sospecha que su hermana Ismene también está implicada y, a pesar del parentesco que lo une a ellas, se dispone a condenarlas a muerte.
Ismene, llamada a presencia de Creonte, a pesar de que no ha desobedecido la ley, desea compartir el destino con su hermana y se confiesa también culpable. Sin embargo, Antígona, resentida contra ella porque ha preferido respetar la ley promulgada por el rey, se niega a que Ismene muera con ella. Finalmente, es sólo Antígona la condenada a muerte. Será encerrada viva en una tumba excavada en roca.
El hijo de Creonte, Hemón, se ve perjudicado por la decisión de su padre, ya que Antígona es su prometida. Señala a su padre que el pueblo tebano no cree que Antígona merezca la condena a muerte y pide que la perdone. Creonte se niega a ello y manda traer a Antígona para que muera en presencia de su hijo. Hemón se niega a verla y sale precipitadamente.
Antígona va camino a su muerte y, si bien no se arrepiente de su acción, ha perdido la altivez y resolución que mostraba antes, al dar muestras de temor ante su muerte. La humanización de Antígona resalta el dramatismo del momento.
Creonte es visitado por el vidente Tiresias, y éste le anuncia las desgracias que vivirá debido a su impertinencia y terquedad. Desgracias como que el cuerpo de Polinices ha sido repartido por muchas ciudades, en pedazos por las aves, y estas ciudades tomaran represalias en contra de Tebas; que si Creonte da muerte al amor de su hijo Hemón, Antígona, éste morirá como consecuencia inmediata. Sabiendo esto Creonte toma consciencia de sus actos y decretos por lo que aconsejado de Corifeo, se arrepiente y decide enterrar como es debido a Polinices y liberar a Antígona. El primer acto es logrado, pero al abrir la cueva de Antígona, se encuentra con ella muerta y colgada del cuello, y con su hijo Hemón desconsolado, este intenta atentar contra su padre, pero falla y decide enterrarse su espada en el costado, aun con vida se dirige junto a Antígona dando fin a su vida junto a ella. Creonte completamente desgraciado vuelve al palacio con el cuerpo de su hijo en brazos, pero aún tiene que soportar otra desgracia más, pues, al volver a palacio, recibe la noticia de que su esposa Eurídice también se ha suicidado al conocer las noticias por un mensajero.
Las Suplicantes (Eurípides)
La acción se desarrolla en Eulisus. La expedición del ejército de Argos contra Tebas había fracasado. Los tebanos no habían permitido que los cadáveres de los caudillos del ejército argivo fueran recogidos y honrados y sus madres se hallaban con ramos de suplicantes en las gradas de los altares de Deméter y Core mientras Adrasto, el rey de Argos, se hallaba al lado junto a los hijos de los caudillos.
Argumento
Las suplicantes y Adrasto imploraban a la anciana Etra que intercediera para que su hijo Teseo, rey de Atenas, mediante el diálogo o mediante la fuerza consiguiera recuperar los cadáveres.
Teseo reúne un ejército y se dispone a enviar un heraldo para que envíe al rey de Tebas la petición de que permita rendir honores a los muertos argivos, así como un ofrecimiento de amistad por parte de la ciudad de Atenas.
Antes de que parta el heraldo, aparece otro heraldo, tebano, con un mensaje de su rey, Creonte. Se entabla un debate entre el recién llegado y Teseo acerca de la conveniencia de que una ciudad sea gobernada por el criterio de un solo hombre, como en Tebas o que la soberanía la ostente el pueblo, como en Atenas.
A continuación el heraldo tebano emite el mensaje de Creonte que consiste en una orden a Teseo de que no preste ayuda a Adrasto ni trate de recuperar los cadáveres porque los asuntos de Argos no le conciernen. En caso de que Teseo haga caso omiso, será combatido por las armas.
Teseo responde que no tiene por qué acatar las órdenes de Creonte porque él no es su señor y que su propósito de recuperar los cadáveres de los argivos es un acto de justicia para que se cumpla la ley de toda la Hélade.
Ante la falta de acuerdo, los ejércitos se disponen para el combate.
Las suplicantes y Adrasto habían acudido a honrar los cuerpos sin vida de los caudillos. Estos eran Capaneo, Eteoclo, Hipomedonte, Partenopeo y Tideo. Adrasto explica a Teseo las virtudes de cada uno, así como de dos más cuyos cuerpos no se hallaban presentes: Anfiarao y Polinices.
Como Capaneo había sido fulminado por un rayo de Zeus debía se enterrado en un túmulo aparte mientras al resto deben ser incinerados en una pira.
Evadne, la esposa de Capaneo acude a honrar el túmulo de su esposo y se dispone a arrojarse ella misma a la pira. Llega su padre Ifito, no puede convencerla de que de marcha atrás en sus intenciones y contempla como su hija se lanza a la pira.
Por último, la diosa Atenea dice a Teseo que haga jurar a Adrasto que los argivos jamás entrarán en guerra con los atenienses. A los hijos de los caudillos argivos dice que cuando alcancen edad suficiente comandarán otra expedición contra Tebas, y que serán llamados Epígonos.
Las fenicias es el título de una tragedia de Eurípides datada en torno al año 410 a. C. La trama de la obra está basada en una parte del Ciclo Tebano, y tiene un claro precedente en la tragedia de Esquilo Los Siete contra Tebas.
El nombre de fenicias es debido al coro de mujeres procedentes de esa región que intervienen en la tragedia. Este coro se dirigía al oráculo de Delfos y se relaciona con el origen del fundador de Tebas: Cadmo, que procedía de Sidón (Fenícia).
Argumento
Yocasta, madre de Edipo, se había casado con él sin saber su parentesco y fue por ello madre de Eteocles, Polinices, Ismene y Antígona. Al conocer el parentesco, Edipo, que se había convertido en rey de Tebas, se había cegado a sí mismo y sus hijos lo habían encerrado, motivo por el que lanzó contra ellos la maldición de que se repartirían el reino mediante afilado hierro.
Para tratar de evitar la maldición, Eteocles y Polinices habían pactado que cada uno reinaría en Tebas durante un año, alternándose, mientras el que no reinase viviría en otro lugar mientras esperaba su turno.
Sin embargo, tras el primer año, Eteocles no quiso ceder su turno a su hermano y lo desterró. Polinices fue a Argos, se casó con la hija de su rey, Adrastro, y reunió un ejército para atacar Tebas.
Cuando llega Eteocles, los dos hermanos dan sus argumentos ante Yocasta. Polinices indica que su hermano no cumplió la promesa de alternarse con él cada año en el trono de Tebas puesto que transcurrido el primero no ha querido cederle el turno y se muestra dispuesto a continuar con el pacto de reinar ambos alternativamente, si Eteocles rectifica.
Eteocles no está dispuesto a ceder, y mantiene su postura de querer conservar su trono, exponiendo además que su hermano debía haber tratado de llegar a un acuerdo sin traer un ejército consigo.
Yocasta intenta mediar; señala a Eteocles que está dominado por la ambición y que la riqueza y la posición que ahora tiene no son propiedad suya sino de los dioses y él solo debe administrarlas con responsabilidad. A Polinices le dice que si recurre a la fuerza de las armas, habrá consecuencias desgraciadas tanto si logra conquistar Tebas como si no.
Ninguno de los dos quiere ceder y Polinices se marcha de la ciudad y se reúne con su ejército.
El adivino Tiresias y su hija comparecen ante Creonte, junto a Meneceo, que era otro de los hijos de este último.
Ante la pregunta de Creonte de qué se debe hacer para salvar la ciudad, Tiresias trata de evitar responder. Creonte insiste y entonces vaticina que la ciudad solo se salvará si Meneceo es sacrificado, degollado, y su sangre es vertida en la guarida del dragón que en tiempos pasados mató Cadmo, el fundador de la ciudad, para aplacar así la cólera de Ares.
Pero cuando Tiresias se va, Creonte ordena a su hijo que abandone la ciudad y que vaya a Dodóna, para evitar su sacrificio. Meneceo hace creer a su padre que le obedecerá, pero en realidad su intención es la de aceptar sacrificarse por la salvación de la ciudad.
Un mensajero informa a Yocasta que Meneceo se sacrificó él mismo. A continuación el ejército argivo, con sus siete capitanes al frente, inició el asedio:
- Partenopeo atacó la puerta Neista.
- Anfiarao, la puerta Prétide.
- Hipomedonte, la puerta Ogigia.
- Tideo, la puerta Homoloide.
- Polinices, las puertas Creneas.
- Capaneo, la puerta Electra.
- Adrasto, la séptima puerta.
A continuación cuenta como Capaneo fue fulminado por un rayo de Zeus cuando trataba de escalar la fortaleza. Los tebanos, viendo que los dioses les eran propicios, causaron grandes estragos en las filas argivas.
El mensajero sigue contando a Yocasta como sus hijos Eteocles y Polinices están a punto de batirse en duelo singular y la apremia para que acuda por si ella y Antígona pueden evitar el enfrentamiento.
Creonte se encontraba llorando el sacrificio de su hijo y es informado a continuación por un mensajero del desenlace del duelo: Polinices había invocado en su ayuda a Hera y Eteocles a Atenea para que les fueran propicias en el combate. Luego lucharon ferozmente hasta que primero Eteocles hirió de muerte a su hermano pero en el último aliento Polinices le clavó su espada, por lo que ambos resultaron muertos.
Yocasta, que acudía en ese momento, tras escuchar las últimas palabras de sus hijos, se suicidó atravesándose la garganta con una espada.
Los ejércitos volvieron al combate y los tebanos vencieron e hicieron huir a los argivos.
Antígona informa a su padre Edipo del desenlace. Edipo se lamenta de ello pero aparece Creonte, que era el nuevo rey, y destierra a Edipo para evitar que Tebas sufra nuevos males por su culpa.
Ordena que Polinices no pueda ser sepultado pero Antígona le desafía, diciendo que ella le dará sepultura. Creonte se lo impide, y le dice que debe casarse con su hijo Hemón, pero Antígona sigue rebelándose indicando que si no lo permite, matará a Hemón o acompañará a su padre en su destierro.
Creonte, al fin, le dice que se marche con su padre, pero Edipo se niega a que su hija comparta con él su destino. Edipo, tras tocar los cadáveres de sus familiares, indica que se irá a la ciudad de Colono. Finalmente Edipo parte hacia el destierro acompañado de su hija.